mayo 08, 2013

MINEDUC tardó demasiado en denunciar venta de sede Punta Arenas de la Universidad del Mar

En diciembre pasado hice presente el tema en sesión especial a la que asistió el ex Ministro Harald Beyer
 
El Ministerio de Educación presentó ayer a la Fiscalía los antecedentes de la irregular venta de la sede Punta Arenas de la Universidad del Mar. Es demasiado tarde. Se trata de una situación que ocurrió en diciembre, que ya había sido considerada por los tribunales en enero al revocar el arresto domiciliaria del ex rector Héctor Zúñiga y que le fue planteada directa y oportunamente al ex Ministro Harald Beyer en la sesión especial que la Cámara Alta realizó el 12 de diciembre del año pasado.

En  dicha ocasión hice un pormenorizado relato de los problemas financieros de la sede del plantel en Magallanes, reseñando los retrasos en los pagos a docentes y funcionarios, sus problemas bancarios y de liquidez y la situación de los inmuebles con que contaba la casa de estudios en la ciudad.
 
Manifesté, concretamente, tanto el sobreprecio en uno de los edificios cobrado en arriendos al plantel por una inmobiliaria paralela, como la venta del otro recinto realizada en los días precedentes, sosteniendo textualmente “La institución ha perdido sus edificios. El que arrendaba a la Cruz Roja fue desalojado por orden judicial en septiembre pasado. En este punto es relevante indicar que mientras la inmobiliaria Valparenas le alquilaba el inmueble a la entidad benéfica por 2 millones de pesos, le cobraba a la universidad 28 millones de pesos mensuales. El edificio principal, construido hace pocos años, en el tiempo de bonanza, fue vendido hace pocos días.”

Esto demuestra que no se tomó en serio la situación de este plantel y que se postergaron acciones legales, con grave perjuicio a los alumnos y su continuidad académica y a los académicos y funcionarios que esperan el pago de sus sueldos, indemnizaciones y cotizaciones. Cualquier litigante sabe que esperar cuatro meses para ejercer acciones ante la enajenación de bienes por parte de un acreedor insolvente es una enorme pérdida de tiempo que afecta gravemente las posibilidades de éxito.

Esta situación contrasta con lo ocurrido recientemente con los puertos. Cuando tuvimos hace unos días una huelga portuaria que dañaba las exportaciones e intereses empresariales, el Gobierno tardó 10 días en enviar una delegación de ministros a Antofagasta a hacerse cargo del problema, mientras ante la situación que aflige a miles de docentes, funcionarios y alumnos de la Universidad del Mar se toman todo el tiempo del mundo.

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