A nivel nacional, escaso interés en el mejoramiento de las condiciones de trabajo.
La cuenta al país del Presidente Sebastián Piñera fue “autocomplaciente” y “exitista” . Lamento especialmente la omisión, en el discurso del Primer Mandatario, de anuncios importantes referidos a la Región de Magallanes, en materia de conectividad y abastecimiento energético.
Se nombraron las mismas obras y acciones que vienen citándose cada año, como el Teatro Municipal de Punta Arenas o la senda de penetración al sur de Tierra del Fuego, sin abordar los problemas más graves que afectan hoy a nuestro territorio austral, como son la necesidad de mejorar las comunicaciones y asegurar la provisión de gas u otras fuentes de energía. La conclusión es que este Gobierno se olvidó de Magallanes.
En el plano nacional, el discurso fue autoreferente. El Gobierno no tiene sintonía con el país. Hubo muchas cifras macroeconómicas y hasta estadísticas a nivel de uso y adquisición de electrodomésticos, pero escasos avances en materia de enfrentar la desigualdad, que es lo que la gente pide.
En ese sentido, faltaron anuncios en materia de calidad de empleos. No se dijo nada en torno a cumplir los compromisos establecidos en el programa de gobierno de terminar con el multirut y avanzar en la negociación colectiva.
Los bajos sueldos y el empleo precario explican por qué en Chile muchos hombres y mujeres, pese a tener trabajo, permanecen en la pobreza y a que aún cuando se celebra tener casi pleno empleo, se estén anunciando, a la vez, políticas sociales como el ingreso ético familiar o el bono mujer.
En último término, extrañé, además, en el discurso presidencial un énfasis más claro entorno a la necesaria reforma al sistema de pensiones. Es un tema muy relevante para millones de chilenos y este Gobierno va a dejar la Moneda sin ningún avance importante en la materia.
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