noviembre 26, 2013

Informe OCDE reafirma necesidad de profunda reforma a capitalización individual

A su juicio, actual sistema de pensiones fracasó y debe reemplazarse. 

Un informe de la OCDE, difundido recientemente señaló que la tasa de reemplazo de las pensiones en nuestro país, alcanza un promedio del 52% en hombres y un 42% en las mujeres. 

En términos simples, ello significa que la pensión obtenida es aproximadamente la mitad de la última remuneración recibida por el trabajador estando activo. O sea, si más de la mitad de los chilenos recibe unos $250.000 pesos de sueldo, su pensión, suponiendo que cotiza regularmente, llegará a unos $125.000. 

Ello viene a echar por tierra los estudios de la Asociación de AFP y reafirma el fracaso absoluto de la capitalización individual y de las administradoras de fondos de pensiones. 

La Asociación de AFP ha desestimado el informe de la organización multinacional, señalando que se incluyen personas que no cotizan regularmente, como las mujeres que accedieron para obtener el bono por hijo. 

No es un buen argumento. La OCDE lo hizo bien. El sistema previsional debe evaluarse en su conjunto, en el nivel promedio de pensiones que obtienen todos los chilenos. Lo que pretenden las AFP es maquillar los indicadores. 

No pueden hacerse evaluaciones que excluyan los malos resultados y dejen sólo los buenos. Sería como obtener indicadores sanitarios considerando sólo a los sanos y a quienes se hacen chequeos regulares. 

Un segundo aspecto relevante en el informe OCDE es la elevada edad promedio de jubilación de los chilenos, que llega a los 70 años, producto de las deficiencias del sistema de pensiones, que obliga a permanecer en actividad por bastantes años sobre la edad legal. 

Ello minimiza la posibilidad de extender la edad de jubilación como uno de las fórmulas para corregir el sistema y, por el contrario, reafirma que sólo es posible una solución global y profunda que comience con la creación de una AFP estatal y que continúe con una reforma estructural que apunte a fortalecer la cotización con aporte del empleador, a elevar el aporte del Estado e incorporar elementos de reparto solidario.