Declaración como monumento histórico dificultaría refacción de tumbas, nichos y mausoleos
La declaración como monumento histórico del cementerio municipal de Punta Arenas está generando algunas dificultades para las familias que tienen sus difuntos en el recinto y para personas que trabajan en reparaciones menores de tumbas, nichos y mausoleos.
El campo santo fue reconocido como Monumento Histórico por decreto 499 de 26 de Noviembre de 2012, del Ministerio de Educación, siendo éste el primer año en que se conmemorará la tradicional festividad religiosa católica del Día de los Difuntos bajo esta declaratoria.
Según la normativa que rige a este tipo de recintos protegidos, la realización de todo tipo de modificaciones exige requerir y recibir autorización de los organismos encargados, lo que atendido el carácter menor de las obras y la gran cantidad de solicitudes sería extremadamente engorroso y complejo.
De acuerdo a lo informado por el Consejo de Monumentos Nacionales la solución de largo plazo es la elaboración de un plan de manejo acordado entre el Consejo y la administración del cementerio que permita trasladar a ésta la decisión sobre algunas modificaciones menores. Sin embargo, requiere un período razonable para su análisis y ratificación.
Por ello, atendida la urgencia que impone la cercanía de la festividad religiosa, solicité al Consejo disponer provisoriamente, para el presente año, un procedimiento expedito que permita a los usuarios la realización de las reparaciones y ornamentación habitual, tales como el repintado, instalación de floreros o adornos no permanentes, reparación de jardines y refacciones menores que no alteren forma y estructura de nichos, tumbas y mausoleos.
La declaración de monumento histórico es un orgullo que reconoce el valor de nuestro cementerio, pero no puede transformarse en un obstáculo para las acciones habituales que los deudos realizan para testimoniar el cariño y recuerdo de sus familiares difuntos.
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