abril 05, 2012

Nombramiento de nuevo Ministro de Energía es una imprudencia del Gobierno.

Nuevo titular fue impulsor de Isla Riesco.

El nombramiento de Jorge Bunster como Ministro de Energía constituye un “nuevo autogol” del Gobierno. Sin dejar de reconocer los méritos y calificación profesional del nuevo titular de dicha cartera es un hecho evidente que su larga trayectoria en empresas Copec, una de las principales operadoras del rubro, le pone en una difícil situación frente a numerosas decisiones que debe abordar en su actual responsabilidad.

La defensa que ha hecho el Ministro Secretario General de Gobierno, Andrés Chadwick, quien remarcó la especialización del nuevo secretario de Estado es débil. Si bien es efectivo que el ex Ejecutivo de COPEC posee experticia en la temática en nuestro país hay un sinnúmero de expertos que no presentan los conflictos de interés que se aprecian en este caso.

Me preocupa, especialmente, la situación del proyecto Minero de Isla Riesco, cuyos impulsores son precisamente COPEC y el Grupo Von Appen. Si ya durante la actual administración el Ministro Rodrigo Álvarez se inhabilitó en la votación del Consejo de Ministros por haber anticipado su opinión ¿Qué queda para alguien que participó directamente en su gestación?, pues el proyecto emplazado en la zona austral comenzó a desarrollarse el 2007 cuando el nuevo titular de Energía estaba al frente de la división combustibles de Empresas COPEC.
El nuevo Ministro de Energía no sólo tiene un pasado ligado a la gerencia de COPEC, sino que en su declaración patrimonial como titular de la Dirección de Relaciones Internacionales de la Cancillería, revela poseer títulos bursátiles de dicha empresa por más de 266 millones de pesos, en tanto posee también acciones de la Compañía Manufacturera de papeles y cartones, CMPC y ENERSIS.

Estas vinculaciones laborales y patrimoniales de Bunster lo ponen en una difícil situación ante cualquier decisión en el ámbito eléctrico, donde el citado holding también posee intereses y también respecto del desarrollo de biocombustibles ligados al sector forestal.

El nombramiento de Bunster, en definitiva, resulta imprudente y será un nuevo “autogol” del Gobierno, que deberá enfrentar cuestionamientos y recursos legales y administrativos ante cada decisión en que se vea involucrada la citada empresa.

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