diciembre 23, 2011

Inscripción automática y voto voluntario deben complementarse con nuevas reformas.

Ahora debemos terminar con el sistema binominal y permitir la elección de intendentes, iniciativa popular de ley y plebiscitos.

La aprobación definitiva de la ley que establece la inscripción automática y el voto voluntario constituye un hito para la democracia, dando la posibilidad que miles de personas, especialmente jóvenes, puedan participar de los futuros procesos eleccionarios, sin mayores trámites.

Desde hace años que se viene señalando que el padrón electoral se encuentra estancado y envejecido, lo que resta interés a los comicios y desalienta a muchas personas a expresar su opinión. La paulatina disminución de jóvenes en los registros electorales es un hecho grave, pues afecta la posibilidad de que el sistema acoja sus necesidades y demandas, lo que debería tener un giro si éstos se deciden a votar en las próximas elecciones.

Se abre un importante camino y posibilidad para que el sistema recoja las problemáticas que afectan a este sector en materia de acceso a la educación y a la vivienda, cuidado del medio ambiente e inserción en el ámbito laboral, entre otros aspectos, lo que debe ser aprovechado para obtener soluciones.

Con todo, esta modificación debe ir acompañada de acciones que apunten a reforzar la conciencia cívica de la ciudadanía y, especialmente, de nuevas reformas políticas que permitan fortalecer el poder de los electores, pues de lo contrario, en lugar de incrementar la participación, ésta puede decrecer afectando aún más todavía la legitimidad de las instituciones.

Una verdadera renovación del sistema político chileno debe ir acompañada de otras importantes medidas como el término del sistema binominal, la iniciativa popular de ley y una ampliación del plebiscito como instrumento para la toma de decisiones. Además, debe avanzarse en una mayor descentralización y autonomía de las regiones, a través de la elección democrática del Intendente y los Consejeros Regionales.

Se trata, en definitiva, de que no sólo se amplíe la posibilidad de participar, sino que esta participación tenga real peso en las decisiones que se adoptan.

No hay comentarios.: