diciembre 30, 2011

Gobierno reaccionó lenta y tardíamente ante incendio en Torres del Payne.


Con show mediático tratan de tapar negligencia ante avance las llamas. 
El Gobierno ha tenido una lenta y tardía reacción ante el incendio que afecta ya, según cifras oficiales, más de 8.000 hectáreas del Parque Nacional Torres del Payne. Es efectivo que existen dificultades geográficas y climáticas en la zona, particularmente por las condiciones del viento que han afectado a la región, pero ello no excusa la respuesta débil de La Moneda en esta emergencia.

Una cosa es que los brigadistas y efectivos e incluso las aeronaves no puedan actuar por las condiciones del lugar, pero otra distinta es que ni siquiera se hayan desplazado a las inmediaciones en un lapso razonable. A tres días de comenzado el siniestro recién está llegando personal y equipos de apoyo suficiente y se está solicitando más ayuda especializada de países vecinos y de otros servicios públicos, lo que significa claramente que se minimizó la magnitud y riesgo de este incendio perdiéndose tiempo valioso.

El 2005, ante una situación similar, según la prensa de la época, se movilizaron más de 700 personas, 250 de ellos brigadistas de la CONAF, más de 100 brigadistas argentinos y personal de las Fuerzas Armadas. Asimismo, se contó con la colaboración de la Dirección de Vialidad, con maquinaria pesada para contrarrestar el avance del fuego.

En cambio, ahora, mientras este voraz incendio se desarrollaba y aumentaba en magnitud, en el Gobierno y particularmente la cartera de Agricultura, de la que depende la CONAF, estaban más preocupado del cambio de Gabinete, de las declaraciones del Ministro Longueira y de los resultados de la encuesta CEP.

Ahora han montado un “show mediático”, con la presencia del propio Presidente de la República, Sebastián Piñera y diversos Ministros en las oficinas de la ONEMI. No sirve. Sobre la leche derramada buscan dar las señales de interés y preocupación que no se demostraron oportunamente y que contribuyeron a la extensión del fuego.

Sin embargo, ojalá que, a partir de este momento se inicie un despliegue más eficaz y enérgico de parte de las autoridades. Ahora que el tema es de interés nacional e incluso internacional, esperamos que se adopten todas las medidas y no se escatime en recursos para detener el fuego, velando por este patrimonio natural que es un orgullo para los magallánicos y para todos los chilenos.

Solictaré a la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Alta realizar una sesión especial donde se informe acerca de la reacción del Ejecutivo ante esta emergencia y, particularmente, sobre la oportunidad en el desplazamiento de brigadistas forestales, personal militar y equipamiento a la zona y se analicen las medidas e inversiones que permitan la recuperación de la flora y fauna nativa y las acciones de ayuda para el sector turístico de Última Esperanza que, seguramente, será afectado por esta tragedia.

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