mayo 21, 2011

El Presidente Piñera vive en otro país.

Pobre balance de mensaje del 21 de Mayo. Presidente omitió crisis del gas en Magallanes y no se hizo cargo de la letra chica en sus promesas, de la ineficiencia en la gestión y de los graves conflictos de interés de su administración.

La cuenta anual realizada ante el Congreso Nacional por el Presidente Sebastián Piñera este 21 de Mayo se trató de un discurso complaciente, lleno de logros que sólo se ven en el papel y que hacen creer que el Primer Mandatario vive en otro país o no observa la realidad.

En su intervención el Presidente de la República eludió ocuparse de los principales temas que han motivado su constante caída en el apoyo ciudadano y que se sintetizan en el incumplimiento de las promesas; ineficiencia en la gestión y corrupción y conflictos de interés de la administración. El mandatario tampoco destinó tiempo a las regiones y particularmente a Magallanes.

En primer término, desperdició la oportunidad de sincerar su programa y sus anuncios. Este es un Gobierno que promete mucho y cumple poco y mal. Lo anterior queda demostrado en el retraso en en el mejoramiento de la legislación en materia de seguridad laboral, comprometida tras el derrumbe en la Mina San José. Hoy se volvieron a anunciar los mismos cambios en la legislación que se prometieron hace nueve meses. Otro tanto puede decirse de los numerosos anuncios con letra chica del Gobierno, como el postnatal y la eliminación del 7% de cotización de salud para los pensionados. La gente percibe que lo que se anuncia no se cumple y si se hace, está plagado de letra chica que diluye la promesa.

En segundo lugar, el Presidente Sebastián Piñera no se hizo cargo de la ineficiencia en la gestión de su administración, demostrada en casos graves, como el notorio retraso en la reconstrucción, respecto de la cual los propios parlamentarios de la Coalición por Cambio piden que se diga la verdad y se reconozca que no se han cumplido las metas. Se volvió a contar subsidios de papel, mientras miles de chilenos siguien viviendo en aldeas y la construcción de sus viviendas deberá esperar varios años.

En tercer lugar, el Primer Mandatario tampoco se hizo cargo de los conflictos de interés del Ejecutivo. No dijo nada del caso Kodama en que se despilfarraron 35 millones de dólares por una mala gestión y tratativas irregulares ni de la teleserie Van Rysselberghe donde se quiso hacer pasar como damnificados a pobladores que no lo eran, lo que fue respaldado por el Gobierno. El último episodio lo constituye Hidroaysén, donde se cambiaron informes y participaron en su análisis seremis con claros intereses en la aprobación, ante las evidentes y públicas presiones del Ministro del Interior y del propio Presidente.

En lo local, también hay una evaluación muy pobre. Respecto de Magallanes sólo se aludió a las leyes de excepción, exigencia obvia, pues éstos vencen en los próximos meses y se comprometió la habilitación de un teatro regional, que probablemente es el remozamiento del ya existente. No hubo referencia alguna al tema del gas, eludiendo el que ha sido ciertamente el mayor conflicto que enfrentó el Gobierno el último año.

1 comentario:

Hunter dijo...

Pero don Pedro, me extraña, a lo largo de la historia, desde que se estableció constitucionalmente el dar cuenta de la marcha política y administrativa de la Nacional, todos los presidentes se alejan de la realidad, dan cuenta del estado de un país que vive en jauja, complacientes de éxitos que no se ven nunca.
Creo que es una costumbre que está demás, no tiene a mi juicio mayor razón de ser, salvo que se diera cuenta de la real marcha política administrativa, pero como eso no lo va a hacer ningún presidente, esos discursos de puras maravillas los 21 de mayo no se justifican.
Por lo demás es un verdadero circo, cada gobierno lleva su barra con la obligación de aplaudir a rabiar al presidente de turno cada ciertos minutos aunque el tema en ese momento no tenga ninguna trascendencia, claro que hoy se pasaron faltó poco para que apludieran al Sr. Piñera hasta porque estornudaba.
Además se muestra la poca cultura cívica, el presidente es interrumpido por manifestantes, lo que deja una mala imagen para el país, desgraciadamente esta costumbre no es nueva fue inagurada por los Srs. Frei montalva y Allende, cuando interrumpieron descomedidamente al presidente Alessandri en un Congreso Pleno.