La Comisión Especial del Senado que analizó el sistema previsional ha clminado su labor, tras varios meses de analizar el tema. Su presidente, el senador del PPD Eugenio Tuma, ha elaborado las conclusiones preliminares.
Sin perjuicio de algunas observaciones menores, creo que los planteamientos recogen acertadamente las opiniones recibidas en la instancia en los meses de audiencia y una convicción bastante generalizada sobre el actual régimen de pensiones.
La idea es requerir derechamente al Ejecutivo, en quien recae la atribución constitucional para hacer cambios en esta materia, avanzar para reponer en el país un sistema de seguridad social como derecho garantizado, con posibilidad de elegir entre prestadores públicos o privados, mejorar el ahorro mediante la cotización tripartita del Estado, el trabajador y el empleador y analizar la introducción de una fórmula de reparto más solidaria.
Lamento que el informe definitivo no fuera votado ayer. En este tema, tanto en este informe como en futuras discusiones legislativas, se van manifestar posiciones muy divergentes. Se van a enfrentar dos mundos. Por una parte, el mundo que está por la solidaridad y la universalidad de los derechos sociales, entre ellos las pensiones y la educación, y, por otro lado, quienes creen que basta la iniciativa y el ahorro individual, lo que se ha demostrado insuficiente.
Creo que es necesario un cambio muy profundo porque el sistema de capitalización individual fracasó, no tiene credibilidad y los trabajadores sienten están tirando sus ahorros a un saco roto que sólo favorece a los dueños de las AFP. Ello debe ser un eje de la próxima campaña presidencial y parlamentaria ya que se trata de una de las demandas más sentidas de los chilenos.
La idea es requerir derechamente al Ejecutivo, en quien recae la atribución constitucional para hacer cambios en esta materia, avanzar para reponer en el país un sistema de seguridad social como derecho garantizado, con posibilidad de elegir entre prestadores públicos o privados, mejorar el ahorro mediante la cotización tripartita del Estado, el trabajador y el empleador y analizar la introducción de una fórmula de reparto más solidaria.
Lamento que el informe definitivo no fuera votado ayer. En este tema, tanto en este informe como en futuras discusiones legislativas, se van manifestar posiciones muy divergentes. Se van a enfrentar dos mundos. Por una parte, el mundo que está por la solidaridad y la universalidad de los derechos sociales, entre ellos las pensiones y la educación, y, por otro lado, quienes creen que basta la iniciativa y el ahorro individual, lo que se ha demostrado insuficiente.
Creo que es necesario un cambio muy profundo porque el sistema de capitalización individual fracasó, no tiene credibilidad y los trabajadores sienten están tirando sus ahorros a un saco roto que sólo favorece a los dueños de las AFP. Ello debe ser un eje de la próxima campaña presidencial y parlamentaria ya que se trata de una de las demandas más sentidas de los chilenos.
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