marzo 11, 2012

El Gobierno sigue "al debe" en segundo aniversario.

Ineficiencia, letra chica y conflictos de interés marcan la pauta en el accionar del Ejecutivo.

Tras dos años en La Moneda el actual Gobierno sigue mostrándose ineficiente, lleno de "letra chica” y conflictos de interés. Los chilenos no han visto la nueva forma de gobernar que se les prometió y por el contrario, han sido testigos de una enorme desprolijidad y falta de capacidad de respuesta a los problemas.

Hemos observado mucha ineficiencia e incapacidad para atender a las demandas de la ciudadanía. En educación, salud, vivienda y en seguridad pública, estamos muy lejos de haber visto cambio alguno y si lo ha habido ha sido para peor. Basta recordar las movilizaciones estudiantiles, los severos retrasos en la reconstrucción y las altas cifras de delincuencia.

La administración Piñera, además, actúa siempre con “letra chica”. Algunas iniciativas incluidas en el programa del Ejecutivo y que se han materializado, como la eliminación del 7% a los pensionados o la extensión del postnatal a seis meses, han contado con proyectos originales muy malos, llenos de imperfecciones y retrocesos, los que debieron ser completamente reformulados en el Congreso.

Asimismo, el actual Gobierno incurrió en los mismos errores que criticó por tanto tiempo, recordando el caso Kodama y las innumerables denuncias de contrataciones de operadores políticos como asesores en Ministerios, con elevados sueldos, sin contar con calificación alguna. Los conflictos de interés en algunas autoridades de la actual administración son otro aspecto cuestionable. El Ejecutivo se mueve en muchos aspectos en una cuerda floja producto de su imprudencia para ubicar en cargos decisorios a personas con reconocida trayectoria en los principales operadores de las mismas áreas que les corresponde regular o fiscalizar.

Respecto de áreas específicas de retraso en la gestión gubernamental, la principal falencia de la actual administración su trabajo en regiones. Este ha sido un gobierno que no le ha cumplido a las regiones. Las zonas más apartadas del país muestran un completo abandono. Creo que en el caso de Aysén, Magallanes y otras zonas apartadas del país es donde más le pesa al Ejecutivo su ideologismo, pues se muestra incapaz de comprender que se requieren medidas excepcionales que escapan a la ortodoxia neoliberal. De allí que le cueste entender que se necesitan subsidios, franquicias tributarias y regímenes especiales.

Como integrante de la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta, me preocupa el retraso de la actual administración en lo relativo al mundo laboral. Hay muy buenas declaraciones y maquillaje de cifras, pero poca sustancia y cumplimiento del programa. Los indicadores de empleo que luce el Gobierno y que resaltan la creación de puestos de trabajo y el mejoramiento en el nivel de remuneraciones son un “espejismo” producto de la utilización intencionada de datos estadísticos.

Nadie puede creer que se han creado más de 600.000 empleos estables. Lo que aquí hay es un incremento sostenido del trabajo precario e informal, vale decir sin contrato, sin previsión, sin salud y esencialmente temporal. En materia de nivel de salarios, los sectores de mayores ingresos han empujado un aumento del promedio, pero sin que exista un mejoramiento real en los sueldos de la mayoría de los trabajadores.

El actual Gobierno tampoco ha cumplido en la eliminación del multirut, mecanismo que permite a los empleadores dividir las razones sociales de la empresa, eludiendo así diversas obligaciones con sus trabajadores y que estaba incluido en su programa. Además, las promesas vertidas tras el accidente de la Mina San José se las llevó el viento.

El nunca más quedó en un tratado internacional y dos proyectos de modificación institucional, tanto a la Superintendencia como al Sernageomin, pero se postergó lo más esperado, una iniciativa que sancione drásticamente los incumplimientos y que incremente la fiscalización y medidas precautorias.

En resumen, me parece que los chilenos no han visto una nueva forma de gobernar, como ha quedado reflejado en las encuestas, sino que han sido testigos de un Gobierno que no es capaz de cumplir las expectativas que generó y que se debate en la ineficiencia, la letra chica y los conflictos de interés.

No hay comentarios.: