enero 19, 2012

Estamos más cerca de terminar con el binominal.

En el mecanismo electoral está la llave para las transformaciones más profundas que el país necesita.

El acuerdo entre la Democracia Cristiana y Renovación Nacional que, entre otros aspectos, implica el compromiso de poner fin al sistema electoral binominal es muy positivo.
No debemos quedarnos en análisis errados y pequeños como la crítica al carácter secreto de los contactos entre ambas colectividades, lo que implicó mantener a sus socios en la Concertación y en el Gobierno, al margen de las tratativas.
Esos son problemas menores, frente al hecho relevante que tenemos un texto en que el partido del Presidente de la República, uno de los sostenedores de este sistema electoral perverso, que afecta seriamente la soberanía popular, se compromete a ponerle fin.
Para este sistema, da lo mismo que un candidato o coalición obtenga el 65% de los votos y el otro el 35%, se elegirá un representante por cada sector. A nivel nacional, ello conduce a un empate y el resultado es que nada sustantivo del régimen institucional y económico se pueda cambiar.
A la larga eso ocasiona frustración y desencanto en la ciudadanía, respecto de la democracia, pues se percibe que el voto no produce las transformaciones que se espera.
A los partidarios de este modelo económico, de las AFP, de las Isapres, del lucro en la educación, de los abusos de bancos y multitiendas les basta la obtención de un 35% de los votos para asegurarse la mitad del Parlamento y con esto que todo siga igual.
El reemplazo del actual sistema electoral no es un asunto que interese sólo a los políticos, sino que es el comienzo de la solución de problemas muy significativos. En el binominal está la clave para que se cambien muchas de las cosas que esperamos modificar.
Tras este acuerdo la responsabilidad se ha devuelto a La Moneda, debiendo el Presidente de la República, Sebastián Piñera, tomar la iniciativa y enviar al Parlamento, a la brevedad, un proyecto que permita plasmar el acuerdo en una reforma que ponga fin a este resabio de la dictadura.

1 comentario:

Hunter dijo...

Sabe, nunca había tenido oportunidad de dirigirme a un senador, aunque no creo que Ud. lea estos comentarios, para eso están sus secretarios, ayudantes, etc quienes, si alguna opinión no es cómoda, lógicamnete no se la darán a conocer, la labor de ellos es mantener feliz al parlamentario y hacerle creer que todo está feliz y que lo hace muy bien.
Haga cuenta que soy limitado y explíqueme con manzanitas cúal es la relación entre un mecanismo electoral y las transformaciones más profundas que el país necesita? disco que repiten desde la década del 20 del siglo pasado y en casi un siglo seguimos igual, subdesarrollados.
Uds gobernaron 20 años, le preguntaría que hicieron para modificar el perverso sistema de las AFP, de las Isapres por ejemplo? No será que muchos de sus colegas forman parte de esos directorios?
Lucro en la educación? No sabe cuantos DC pertenecen al grupo de propietarios de las U privadas? No sabe que Arci y Uniacc de hecho pertenecen al PC y no son gratis ni por casualidad.
Esta bien, modifiquen todo lo que quieran del sistema electoral, pero no le atribuyan todo lo malo del país a la vigencia de ese sistema. O Ud. cree honestamente que con otro sistema el país saldrá del subdesarrollo y del caos en que se encuentra?