enero 27, 2012

Debemos terminar con el monopolio de las AFP

¿Por qué los chilenos pueden elegir en telefonía y no en la previsión?
Resulta urgente incorporar modalidades alternativas al actual sistema de pensiones, fracasado y poco eficiente. No se entiende como las autoridades y expertos económicos que han promovido con gran entusiasmo la libertad en materia de telecomunicaciones, señalando que ella fortalece la competencia y mejorará los derechos y condiciones de contratación, insisten en eludir la misma discusión en materia previsional.

Permanece entre nosotros un único campo en que no hay opción alguna, una exclusiva área en que los chilenos estamos obligados a participar aunque no queramos y dónde no hay alternativa de ningún tipo: la previsión.
Según la legislación, todos los trabajadores deben aportar parte de sus remuneraciones como ahorro, pudiendo tomar decisiones accesorias, como seleccionar el tipo de fondo en el que se invertirán las imposiciones o cambiar de administrador, pero sin poder elegir entre un prestador privado o uno público, como ocurre en la salud o entre formas diversas de inversión.
Un puñado de AFP mantienen cautivos a unos 10 millones de cotizantes que ven mes a mes como sus ahorros son mal administrados y, aún así, se les cobra por la gestión, incluso cuando la rentabilidad sea negativa, esquema que ha sido cuestionado hasta por el Fondo Monetario Internacional.
Es entonces, indispensable estudiar cambios profundos al régimen vigente. El sistema previsional chileno, a 30 años de su creación no ha cumplido sus promesas, debe ser revisado en profundidad y reformado. Dichas enmiendas deben apuntar a establecer una alternativa estatal solidaria para quienes lo deseen. No es posible seguir pensando que los riesgos pueden ser cubiertos de un modo individual.
Además, quienes deseen perseverar en la capitalización individual, debieran disponer de opciones alternativas de ahorro obligatorio, gestionados por otros actores, con grados similares de solvencia y regulación. En esta materia es imperioso, también, terminar con el esquema de comisiones vinculadas. No es posible que este sea un negocio de rentabilidades aseguradas, donde los costos están cubiertos mediante comisiones. Las ganancias de las AFP deben tener como condición la obtención de rentabilidad.
Esperamos abordadar estos temas durante el año venidero en la Cámara Alta, donde hemos pedido realizar un balance del sistema previsional. Asimismo, queremos iniciar el debate sobre las diversas proposiciones parlamentarias de reforma constitucional que persiguen la creación de sistemas alternativos.

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