agosto 20, 2013

Solidarizo con situación del Centro Padre Viganó.

Respaldo críticas por licitación del SENAME. Debemos terminar con centralismo en las decisiones públicas.

El Obispo de Punta Arenas, Bernardo Bastres ha expuesto la situación que afecta al Centro Padre Viganó de la Fundación Esperanza, que tras doce años de prestar ayuda a menores vulnerables, fue desplazado en la licitación realizada por el SENAME por la Corporación santiaguina Opción.

Lamento que materias de la importancia del apoyo a niños víctimas de abuso sexual y maltrato queden expuestas al resultado de procesos concursales, más aún cuando la transparencia y calidad de la calificación realizada por el SENAME ha sido cuestionada. De los antecedentes que se han expuesto, no están claros los parámetros de evaluación ni la forma, criterios y personas que realizaron ese proceso.

Respaldo, en este sentido, plenamente lo dicho por Monseñor Bastres en torno a que la entidad se ocupó del tema en la zona cuando muy pocos o nadie lo hacía, lo que hoy no se reconoce adecuadamente.

Intentaré revertir esta situación ante los Ministerios de Justicia y Desarrollo Social, carteras que se relacionan con el tema, tanto por la tutela del Servicio Nacional de Menores que tiene el primero, cuanto por su vinculación con el apoyo a las personas en condiciones de vulnerabilidad, del segundo.

Se hace imprescindible que los concursos públicos, de cualquier naturaleza, tengan un proceso de calificación que incluya el factor regional como elemento muy relevante de la calificación. Presenté un proyecto de ley para incorporar ese tipo de criterios en la Ley de Compras Públicas y es evidente que la misma priorización debería existir también en este tipo de procedimientos. Hacer competir entidades de tipo nacional con corporaciones o fundaciones regionales es un despropósito.

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