noviembre 14, 2011

Oposición suscribe acuerdo en materia de educación.

Texto suscrito por la Concertación, el PC y el MAS contempla gratuidad en la educación superior hasta el séptimo decil. Propuesta enfatiza en fin del lucro, desmunicipalización, fortalecimiento de la educación técnico – profesional e insiste en una reforma tributaria.
El acuerdo alcanzado por las distintas fuerzas de oposición en torno al presupuesto de educación para el año 2012 en actual trámite y las reformas que en esta materia deben abordarse tras su discusión es un gran paso. Tras seis meses de movilizaciones estudiantiles, la demanda por una educación gratuita y de calidad ha logrado un amplio respaldo ciudadano, cuyas principales demandas se han recogido, concordando en un pliego de planteamientos.

El texto, que consta de ocho ejes y fue firmado por los Presidentes de los Partidos de la Concertación, el PC y el MAS, aborda en primer lugar la necesidad de resguardar constitucionalmente a la educación como un bien público y regular el sistema privado. Se sostiene que la libertad de enseñanza no puede seguir teniendo supremacía respecto al derecho a la educación, el cual está hoy definido en forma débil y no cuenta con instrumentos eficaces para asegurar su protección.

Otro tema incorporado en la propuesta es el fin del lucro en materia educativa. Para ello se precisa la necesidad de contar con un sistema serio y transparente de fiscalización en el caso de las universidades, donde el lucro esté prohibido, sancionando drásticamente a las instituciones que infrinjan la ley. Respecto de institutos profesionales, centros de formación técnica, y de los establecimientos de la educación particular subvencionada, se propone establecer un proceso gradual que asegure el término del lucro con fondos públicos. Se anuncia, también, que en el presupuesto 2012 se incorporarán indicaciones para garantizar que se exija transparencia total y una adecuada fiscalización, en el manejo financiero de los establecimientos educacionales con registros y balances públicos.

Un tercer aspecto incluido es terminar con la municipalización y avanzar hacia un nuevo régimen de la educación pública en el ámbito preescolar y escolar. La oposición no aceptará que la educación pública se desmiembre en diversas modalidades inconexas. Queremos un Sistema Nacional de Educación Pública, que sea autónomo y descentralizado, pluralista, laico y democrático, con una responsabilidad clara del Ministerio de Educación para garantizar el buen funcionamiento, el financiamiento, la calidad y equidad del sistema.

Otro eje fundamental del manifiesto opositor lo constituye el financiamiento de la educación superior. En este punto se propone garantizar la gratuidad hasta el séptimo décil socio económico, vale decir los estudiantes que pertenezcan al 70% de las familias de menores recursos del país. Para ello se indica que deberá existir un solo sistema de becas y créditos para los estudiantes de educación superior y proponen terminar con el CAE (Crédito con Aval del Estado) el que deberá ser sustituido hasta alcanzar los estándares del actual crédito solidario y ser accesible a todos los estudiantes de educación superior, con el objeto de financiar a quienes no alcancen la gratuidad.

La oposición plantea alcanzar el porcentaje de gratuidad señalado en dos etapas. En una primera, debería becarse a todos los estudiantes que cursen estudios en las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores, hasta el séptimo décil, atendido que dichos planteles cuentan con controles y regulaciones públicos más rigurosos. Posteriormente y en cuanto cumplan las condiciones de transparencia y calidad, la gratuidad se extendería, en forma gradual, a los estudiantes pertenecientes hasta el séptimo decil de menores ingresos de toda la educación superior.

Entre las condiciones que deberían cumplir los planteles para que sus alumnos se vieran beneficiados por la gratuidad, se contempla la acreditación de instituciones y carreras; la prohibición de lucrar; garantizar la libertad de cátedra y el derecho de asociación y organización de las comunidades educativas, y la transparencia activa y pasiva en el uso de los recursos públicos.

La oposición enfatiza en la necesidad de contar con sistema de acreditación que asegure estándares más rigurosos, defina con seguridad y rigor el principio de calidad, considere los resultados de los egresados de estas instituciones y fortalezca el rol de la agencia pública encargada del tema a través de la creación de una Superintendencia de Educación Superior. Las nuevas ayudas estudiantiles deberán estar vinculadas a un mecanismo de control de los aranceles, ejercido desde el ministerio de Educación en base al informe de una comisión independiente, para evitar que éstos sigan subiendo sin fundamento.

Otro punto remarcable es la propuesta de incorporar en el Presupuesto 2012 los recursos necesarios para poner en marcha una nueva modalidad de acceso a la educación superior, destinada a los estudiantes destacados o meritorios de los establecimientos que reciben financiamiento público, que mitigue las distorsiones e inequidades del sistema PSU.  La idea  es asegurar que el 10% de alumnos de mejores calificaciones de la educación municipal pueda acceder a la educación universitaria en base al ranking de notas, con u programa de nivelación que garanticen su inserción efectiva.

El acuerdo opositor exige, asimismo, cumplir los compromisos ya adquiridos con las universidades estatales, que incluyen recursos especiales para la reconstrucción, fondos para las ciencias sociales, programas de retiro para académicos, aportes extraordinarios para las universidades estatales y las del Consejo de Rectores. Del mismo modo, pide incrementar los aportes basales que aseguren su crecimiento y el aumento de la inversión en investigación y extensión.

La educación escolar y preescolar es otra de las prioridades contenidas en el texto de la oposición. Al respecto se propone implementar un Plan Inmediato de Fortalecimiento de la Educación Pública escolar que permita avanzar en las tareas más urgentes a la espera de la puesta en marcha de la nueva institucionalidad que reemplazará a la municipalización. El senador socialista explicó que para ello deberían destinarse recursos adicionales que se enfoquen a tareas como la reducción del número de alumnos por curso ahí donde sea necesario, el fortalecimiento de los equipos directivos para permitir que los directores se concentren en el liderazgo educativo derivando las tareas administrativas, la asignación de mayor cantidad de horas para la preparación de clases a los profesores y el desarrollo de actividades deportivas y culturales. Se sostiene, además, la necesidad de regular la creación de nuevos planteles subvencionados que incrementen la segregación y el desfinanciamiento de la educación pública, al tiempo de avanzar gradualmente en el fin del financiamiento compartido.

En educación preescolar, en tanto, se sugiere retomar el nivel de inversión existente en el Gobierno de la Presidenta Bachelet y que fue recortado por la actual administración. Debemos alcanzar, a lo menos, la meta de 60% de menores ingresos de la población y la universalización de pre-Kínder y Kínder.

El séptimo punto incorporado en la propuesta dice relación con la educación técnico profesional. Al respecto se sostiene la necesidad de actualizar la oferta de carreras en este sector y modernizar las existentes. Se incluye la creación de una red de centros de formación técnica e institutos profesionales de carácter estatal, en las regiones donde existan necesidades de esta modalidad de formación. Se requiere hacer una inversión sustantiva en el mejoramiento de la infraestructura, la tecnología y los insumos con que trabajan los estudiantes y en el perfeccionamiento de los docentes que las imparten, contando con una regulación adecuada.

Se trata de una materia muy relevante, pues debe ser paralela a la reforma a la educación superior. El objetivo es complementar el abanico de carreras profesionales con una oferta técnica atractiva que cumpla con las necesidades del país en este tipo de especialistas y ayude a evitar la sobreoferta de titulados en algunas áreas.

El último punto contenido en el acuerdo de oposición es la necesidad de contar con un  Fondo de Reforma de la Educación, de carácter real, permanente, con reglas claras de funcionamiento y con recursos estables que permitan afrontar los desafíos de la reforma educativa en sus distintos niveles. Para esto se propone, en lo inmediato mantener el impuesto a la renta de las empresas en un 20% y destinar una parte de los recursos empozados en el fondo para adquisición de armamento que se forma con el 10% de los recursos del cobre que van a las FFAA. Asimismo, se indica el imperativo de impulsar una reforma tributaria que permita generar los mayores recursos fiscales necesarios para dar sustentabilidad fiscal en el mediano plazo a este Fondo, garantizando ingresos permanentes para gastos permanentes.
El acuerdo de la oposición en materia educativa se encuentra en plena sintonía con el movimiento estudiantil de los últimos meses, señalando los pilares para una profunda reforma educativa que asegure calidad y gratuidad. Indicó que éstos son los puntos mínimos para un acuerdo con el Gobierno, el que reconoció lejano. Si la actual administración no se abre a cambios radicales, fundamentalmente en materia de terminar con el lucro e impulsar una reforma tributaria, no es posible avanzar hacia un entendimiento.

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