Frente a los anuncios efectuados por el Ministro de Hacienda Andrés Velasco en orden a adoptar medidas inspiradas en la realidad danesa, que es una de las más flexibles del mundo en cuanto a menores costos por despido y bajos indicadores de cesantía, el senador socialista Pedro Muñoz cuestionó su posibilidad al comparar las contrastantes realidades de ambas naciones.
El ministro Velasco anunció recientemente su entusiasmo por el modelo del país escandinavo ,que según la autoridad, combina bajas tasas de desempleo, condiciones que agilizan la contratación, un completo seguro de desempleo y una eficiente negociación colectiva.
Pero para el senador Pedro Muñoz se trata sólo de buenos deseos del Ministro Velasco, pues al observar atentamente salen a relucir las evidentes diferencias entre ambos países. En primer lugar, señaló el parlamentario, el sistema de protección social danés se basa en un pacto social entre empleadores y trabajadores que establece para los primeros el derecho de administrar el trabajo en tanto a los sindicatos se los reconoce como interlocutores válidos para defender los derechos de los asalariados.
Todo lo anterior en una economía plenamente abierta que sin embargo presenta una tasa de sindicalización del 80 % mientras en Chile esta apenas se empina por sobre el 12% y los impuestos absorben cerca de la mitad del PIB (Producto Interno Bruto), en tanto en nuestro país la carga fiscal no sobre pasa el 20%.
A juicio del senador Muñoz la razón por la que los trabajadores daneses aceptan la alta flexibilidad en el despido es porque la indemnización por desempleo dura hasta 4 años con hasta el 90% del sueldo en algunos casos, por lo cual se evita la pauperización y se anula la incertidumbre de conseguir una nueva ocupación.
También detalló que el modelo danés es la conjunción de varios factores, por un lado una alta productividad, salarios elevados, una cobertura social altamente incluyente, a diferencia de lo que sucede en Chile donde en su mayor parte se presentan baja productividad, salarios escasos y una débil protección social. Prueba de lo último es el escaso porcentaje de compatriotas que se encuentra dentro de algún sistema de pensiones.
El parlamentario insistió que la alternativa danesa implica un pacto social inexistente en la actualidad, en donde se establece el compromiso de exigencias aparentemente opuestas, como son la seguridad de los empleados y la adaptabilidad de las empresas, que sin embargo se sustenta en la protección del trabajador que cuesta un 4,6% del PIB y que, reiterando la idea inicial, es aplicable en un país con una carga tributaria del 50% del Producto Interno.
El senador Pedro Muñoz finalizó afirmando que el mayor interlocutor en materias laborales debe ser en todo caso el Ministerio del Trabajo con su titular Osvaldo Andrade y no su par de Hacienda, pues si se trata de elaborar estrategias en contra de la cesantía y a favor de la seguridad social debe ser en Trabajo en donde se discutan y coordinen las medidas correspondientes, sin perjuicio del aporte que puedan efectuar las otras reparticiones.
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